En nuestro último día de estas pequeñas vacaciones de Semana Santa teníamos la intención de ascender el Bisaurín (2668 m), pero al llegar al refugio de Lizara observamos que no había nieve suficiente para realizar la ascensión con esquís, por lo que tras tomar un café en el refugio decidimos ir a Candanchú para ascender a la Tuca Blanca, una ascensión rápida y fácil en la que foquear un rato y salvar el día.
Una vez en Candanchú, aunque no se veía muy blanco, nos pusimos los esquís y comenzamos la ascensión.
En la parte baja no había casi nieve por lo que tuvimos que alternar zonas de hierba y nieve.
Una vez en cota media continuamos hasta cima sin muchas dificultades.
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