En torno a las 16 llegamos a los alrededores del estadio, y como manda la tradición en Inglaterra nos dirigimos a un pub cercano para tomar unas cervezas antes del partido, y lugar en el que se nos unió Albo.
A falta de un cuarto de hora del partido nos dirigimos al estadio, y una vez dentro Grady y yo nos compramos una bufanda conmemorativa del partido.
El estadio por dentro es espectacular, aunque para alguien como yo acostumbrado a un estadio que se cae a pedazos me pareció demasiado nuevo, y como estábamos sentados justo en el medio del campo teníamos una panorámica espectacular de este.
El partido en lo que a fútbol se refiere fue un autentico tostón que acabó 2-2, pero debido al grandísimo ambiente que hubo en el campo nos lo pasamos genial.
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